jueves, 28 de junio de 2012

Si el amor fuera como una canción

El destino no es el fin, es sólo un punto en el camino, una intersección, un momento de quiebre, una oportunidad de decidir cuando te encuentras en un cruce de palabras.Al destino no se llega, de él se parte. Mi destino esta en buscar, sin importar lo que me encuentro.En andar sin importar el camino, en descubrir en un beso lo infinito de un segundo. Porque lo mas grande esta escondido cosas simples y pequeñas. Porque la paciencia con que miro me costo mil años de impaciencia para que me miren. Esta noche no he decidido que regreses, esta noche yo te seguiré…
-Edgar Oceransky


Tantas veces me he preguntado porque hay tantas historias de amor hermosas, desgarradoras, raras, a destiempo. Creo que todos conocemos alguna historia de esas que se separan un tiempo y cuando ya parece que no va a haber nada alguno regresa y ahora son la pareja inseparable. Conocemos también a la pareja hermosa, los que se ven súper enamorados y ¡pum! uno de los dos pone el cuerno y vale madres. Podría seguir enumerando este tipo de situaciones pero a veces me quedo pensando ¿la vida será como en las canciones?, ¿lo será el amor?, ¿podremos todos tener esta gran historia de amor que termine bien?, ¿podré ser feliz con el hombre con el que gocé tantísimo de la vida?

¿Por qué cuando sentimos que tenemos al amor de nuestras vidas se va? Y no, no esperen que responda porque no puedo, si lo supiera probablemente no estaría escribiendo aquí. Me encantaría que algo me dijera "hasta cuando" hasta cuando un alma debe de seguir guardando un amor y si es momento de botarlo tener la respuesta de ¿a dónde lo mando?

Pienso en lo que he vivido, en lo que vivimos, en lo que siento en mandar lo que siento al carajo y aunque lo intento no puedo, aún no sé de que manera se hace. Me has decepcionado tanto, me has dolido tanto, me cuesta tanto trabajo aceptar que no estás y que probablemente nunca más estés pero pienso en todo lo que vivimos, en todo lo bueno que fue muchísimo más que lo malo y me doy cuenta que sigues muy dentro de mí, ocupando tu lugar.

El amor de mi vida tiene que estar conmigo, tiene que luchar por mí, tiene que ser lo que tú y yo fuimos antes de esto, me invade el coraje y a veces el orgullo. No quiero hablarte porque me harta, me enferma, me enfada que no estés, que no me busques, que hayas sido tan fugaz cuando parecías ser eterno. Pero desde ayer he decidido que voy a dejar de engañarme porque de nada me ha servido pretender estar bien, pretender que no duele, sonreír cuando no lo siento, cuando en realidad tengo ganas de irme a un baño a llorar. Una tregua es lo que pido, una tregua para lograr terminar de ser felices, para ser lo que siempre, sin interrupciones, sin pausas.

Si el amor fuera como una canción, si el amor fuera como lo veo ahora, ahorita desde donde estoy sentada con los ojos medio nublados por las lágrimas, el amor sería así:










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