domingo, 3 de junio de 2012

Y siguen las señales.

“Existe una soberbia mojigata remojada en pudores melancólicos detrás de la sospecha de que cuanto escribimos hace pocas semanas nos hace ver como unos cursis infumables: pornógrafos del sentimiento” Xavier Velasco 


Mi vida últimamente ha estado llena de "señales", siempre llegan las personas que necesito en el momento en que me hacen falta. En estos últimos días que no han sido nada fáciles han llegado amistades inesperadas, gente fugaz, cosas en la cotidaniedad del día que me dejan pensando, que me dan esperanza o tranquilidad.

 El viernes fui a ver a Xavier Velasco; mi autor favorito, con un tantito de nervios y emoción padre fui a una convivencia medio privada que hicieron. Por la escuela llegué un tantito tarde,justo momento que hablaba de Diablo guardián mi novela favorita de él. Al hablar del proceso de escritura mi alma brilló, me cayó como anillo al dedo lo que decía. Últimamente me siento presionada a escribir mi novela y él decía que a las novelas no les van bien las prisas, me identificaba en sus procesos, su manera de escribir y sus razones. Al terminar la charla todos se tomaban fotos, iban a que les firmara el libro y yo con mucha paciencia esperé, cuando fue mi turno con esa emocioncita disimulada esa de aquínopasanada le dije que gracias a él yo me había decidido a escribir, nos abrazamos, nos tomamos foto y chau.

Pensé que ir a la presentación a la feria del libro ya sería demasiado groupieness pero me valió y fui, no me arrepiento. Y es ahí cuando digo que la vida siempre te pone en los momentos indicados con las personas indicadas, aunque ellos no lo sepan. "Escribir es una manera de que la persona siga allí, de que permanezca"  seguido de "llorar por alguien que has querido tanto es lindo, es una manera de que se entere". Claro que no aguanté y las lágrimas empezaron a fluir. Sentí que las lágrimas que pudiese haber derramado era una manera de que se entere, todas las letras plasmadas, el tiempo, las trasnochadas valían la pena. Me dí cuenta que no soy la única con tales razones, la única cursi infumable que escribe para que alguien permanezca "Para escribir hay que contar lo que salga de la panza" y es así, uno escribe y siente que la panza se va a quedando sin sentir, sólo por un rato, claro hasta que el sentimiento vuelve a invadir. Escucharle fue una manera se calmar el alma, ponerle un poquito de vitacilina para que se sintiera mejor por un rato, unos días.

A pesar del dolor de pies, la caminada noche por el centro y una serie de cosas más, mi alma se sintió tranquila y esta vez le tocó a Xavier ser quien me diera una señal de que no voy por mal camino.





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